
El miércoles pasado una imagen de Córdoba fue asaltada, por llamarlo de alguna manera, en el interior de su templo y en lo alto de su capilla. Un "alguien", por llamarlo de alguna manera, no tuvo más reparo que colocarse a su altura mirarlo a la cara para quitarle una potencia de su cabeza de un tirón. A la vez que lo miraba a la cara le fastidió la articulación de uno de sus brazos al agarrarse a Él. Le rompió unas pocas de puntas a la… Continuar
Añadido por francisco javier giraldo fernand on noviembre 23, 2010 at 9:34am —
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