Me moriré en un rincón de sevilla
del jazmin de mi casa,
recordando con tristeza
el almíbar de tu cara,
con aromas trianero
cual fue tu mirada
más bella que una azucena
rodeada de nazarenos.
Me moriré lentamente
añorando tus miradas,
las que en tiempos ya pasados
me esclavizaron el alma,
cuando lanzaban destellos
de tu carita alhajada
por los más bellos paisajes
de sevilla y triana
Me moriré con la pena siempre a tu lado
de recordar la calle pureza
donde de noche, a mi lado,
tumirada se enredaba
negro como el azabache,
mientras tranquila soñabas,
descansando entre mis brazos,
con estrellas estrelladas
Y cuando ya te as ido
allí estare donde van las almas,
te aguardaré hasta que llegues
en la mismita antesala,
pues para mí no habrá cielo,
jardín, edén ni capilla
mientras tú no estés conmigo
eternamente abrazada a tu pecho esperanza de triana
inocencio polinario
¡Necesitas ser un miembro de Cofrades para añadir comentarios!
Participar en Cofrades