Cuando veo el palio de la dulcísima Amargura, en el silencio que la rodea, ese Domingo de Ramos que es Ella, mi garganta se retiene para no gritar.

Foto de: www.cruzalzada.com
No te marches Amargura
quédate en este momento
en que tu dulce tormento
calma por fin mi locura.
No te escapes Amargura
en esta noche que empieza
Sevilla siempre te reza
aunque mentira parezca.
No me dejes Amargura
no abandones a Tu hijo
al humilde peregrino
que a tus plantas se queda.
No me olvides Amargura
quédate con tu alegría
porque eres tu María
La que llena de dulzura.
No me pierdas Amargura
que sin la luz de tus cirios
me pierdo en los delirios
y me oculto en la locura.
Quédate hoy Amargura
como en Domingo de Ramos
para desde el palio mirarnos
y de hermosura colmarnos.
Trompeta-sangre.
Saludos.
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