Hoy cambio de personaje y de misterio de la Semana Santa sevillana, cambio al suegrísimo del personaje anteriormente citado en estos que participaron en la Pasión de Nuestro Señor, y hoy llego para presentaros a Anás.

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Miembro del sanedrín.
Anás fue un sacerdote del Sanedrín y suegro de el sumo sacerdote judío José Caifás. Pertenecía al igual que este a la secta de los Saduceos.
Anás era hijo de Seth, y fue designado sumo sacerdote entre los años 15 y 6 a. C. por el romano Quirinius hasta que el procurador romano Valerius Gratus (el que después dejaría su cargo a manos de Poncio Pilato) le quitó su puesto para más tarde concedérselo a Caifás. Después de eso, Anás vio como varios miembros de su familia iban teniendo éxito como sumos sacerdotes.
Así, Anás tuvo cinco hijos que alcanzaron este rango, a saber:
Eleazar ben Anás (16-17)
Johnatan ben Anás (36-37 y 44)
Teófilo ben Anás (37-41)
Matías ben Anás (43)
Anás ben Anás (63)
Anás, aún después de su despido, fue considerado sumo sacerdote junto con Caifás, y podía actuar como presidente del Sanedrín.
Anás interroga a Jesús.
Según lo que podemos leer en el Evangelio de San Juan (43:18:19-43:18:24) Jesús fue conducido a la casa de Anás ya que aunque no era el sumo sacerdote se le seguía considerando como tal, y lo que el evangelista nos cuenta es lo siguiente:
El sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
Jesús le respondió: —Yo he hablado abiertamente al mundo. Siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos. Nada he hablado en secreto.
¿Por qué me preguntas a mí? Pregúntales a los que han oído lo que yo les he hablado. He aquí, ellos saben lo que yo dije.
Cuando dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciéndole: —¿Así respondes al sumo sacerdote?
Jesús le contestó: —Si he hablado mal, da testimonio del mal; pero si bien, ¿por qué me golpeas?
Entonces Anás le envió atado a Caifás, el sumo sacerdote.
Anás y su papel en la sentencia.
Anás participó en el juicio del Sanedrín en casa de su yerno, el sumo sacerdote Caifás, el cual y como es explicado por Josefo, llegó al poder gracias a la cizaña que este "caballero" se dedicó a repartir por doquier entre los miembros del Sanedrín.
Durante el juicio y antes el "perlita" de Anás se dedicó a cizañar en contra del Nazareno a su yerno, haciéndole creer que le arrebataría el puesto de sumo sacerdote. Y a todo esto digo yo: Cuán atevida es la ignorancia, desconocían que con sus acciones daban lugar a la creación de la Iglesia, a la Esperanza en la Resurrección, en la cual ellos no creían y al paso a la historia de la humanidad, de la historia de amor más grande jamás contanda, la de Jesús por todos los hombres.
Así que dar las gracias al gran cizañador, porque sin su cizaña su yerno no se habría rasgado las vestiduras diciendo que Jesús era un blasfemo y la asamblea jamás lo hubiese declarado: "Reo de muerte".
Trompeta -sangre con la ayuda de internet como inagotable fuente de información.
Saludos.