Lejos quedan los tiempos en que las hermandades empezaban de forma humilde, con una pequeña cruz de mayo o con una escultura que poco a poco se iba convirtiendo hasta que era una Imagen bendecida. Llegaba primero la devoción y por último la hermandad. cuando cumplía su cincuentenario hacían algo especial y poco más.
Ahora vamos ya de arrogantes. Veo las calles aledañas a la Basílica de María Auxiliadora unos carteles que rezan: "Pío XII contigo". En esos carteles aparece, sobre una foto de la plaza de Pío XII, otra de una escultura de Cristo sin policromar. Hablando con personas que son del brrio me comentan que "es un Cristo que ha hecho un chaval y que van a sacar el sábado que viene". Hasta ahora todo correcto, porque pensarán que sacarán el Cristo por el entorno de la plaza, tendrá su barrita, su fiesta y poco más. Pues no, este Cristo empieza como decía antes arrogante. Ni más ni menos que va hasta la Basílica de María Auxiliadora. Es decir, que para que este grupo de amiguetes saquen la escultura, que mejor o peor ha hecho uno de ellos, se va a cortar avenidas como la de Miraflores, María Auxiliadora y Carretera Carmona al tráfico rodado. Todo para un grupo de amiguetes reunidos entorno al folclore de una escultura. Sí, digo bien, folclore. Porque, ¿cómo lo llamamos? ¿devoción?, ¿o quizás sentimiento?, se me ocurren más calificativos para el acto, pero para no ser cruel seguiré llamando folclore.
El sábado veremos a ese grupillo de amiguetes ejerciendo uno de capataz, otro de hermanomayó, otro de diputaodetramo y el resto de sus familias formando el cortejo. Y que no falte ninguno de los niños que nos quedamos sin representación. Pero lo peor no es esto, porque esto pasa en casi la totalidad de los barrios, sino que lo peor es que tienen la desfachatez de irse a la Basílica de María Auxiliadora. No sé si allí les recibirá alguien, imagino que no, pero un poco de cordura no vendría mal.
Creo que va siendo hora que alguien tome cartas en el asunto y ponga orden en este caos. Procesiones extraordinarias, traslados extraordinarios, todo es tan extraordinario que está resultando eso, demasiado ordinario.
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