
Muchas veces he callado cosas importantes y en ocasiones he hablado de ellas, pero hoy quiero hablar de una historia que se repite, cambiando de escenario.
Como muchos sabréis he pertenecido a la Banda de Cornetas y Tambores de la Sangre del Cristo de Burgos durante muchos años, ya no estoy en ella, pero mi hermano, mi cuñado, mi marido y muchos amigos y amigas sí y por ello sigo al día de los problemas que sufren, tanto ellos como las demás bandas que componen la Semana Santa de nuestra ciudad.
Hace ya algún tiempo publiqué un reportaje acerca de las condiciones infrahumanas de ensayo durante el curso pasado. Pero esta situación lejos de arreglarse ha ido a peor. El ayuntamiento les quitó de la plaza de toros, porque molestaban a los vecinos, y les dejó en la calle. Todas las bandas buscaron por la ciudad locales en los que ensayar, la cosa no es fácil son 40 personas por banda aproximadamente, y son unas cinco bandas buscando un local en el que ensayar, es decir que hablamos de 200 personas buscando un local en el que al menos quepan cuarenta personas.
Dejaré otras banadas de lado ya que desconozco sus soluciones y hablaré de la de mi hermandad, ellos ensayan en el colegio de La Salle pagando un dineral por la utilización de las instalaciones, y teniendo en cuenta que ellos no cobran por ninguna actuación y que lo único que hacen es engrandecer la semana santa de una ciudad cuya semana santa es bastante desconocida, es asombroso como las instituciones les están dando la espalda.
Estas bandas han sido para muchísimos jóvenes de nuestra ciudad una escuela de música gratuita y también una oportunidad de viajar y hacer amigos. Yo estaré siempre agradecida a la banda como me acogió como de manera completamente desinteresada me buscaron primero una corneta y luego un fliscorno para que pudiera tocar. Y ahora también les agradezco que estén dejando sus horas en ensayar para acompañar a nuestros sagrados titulares, hecho por el que no reciben ninguna remuneración como algunos "enterados" han publicado en alguna ocasión.
Siempre pensé que esto solamente ocurría en una ciudad pequeña con una semana santa de interés regional, pero he aquí mi sorpresa, cuando me entero que en Sevilla, una de las semanas santas más importantes del mundo, dejan en la calle a otra banda, las Cigarreras corre la misma suerte que mis esforzados hermanos músicos a orillas del Guadalquivir, y yo que pensaba que esto solamente pasaba a orillas del Arlanzón...
Quiero mostrar desde este rincón mi apoyo a todo aquel que roba horas a su vida para emplearlas en enseñar música y un amor y cariño excepcional por algo que es tan nuestro, que se reconoce en todo el mundo, como es la semana santa.
Por esos chicos que entregan su esfuerzo a una causa perdida y que en estas ocasiones se sienten en manos de unos políticosde todo signo que piensan son sus marionetas y que no les tiembla la mano para intentar hacerlos desaparecer.
Esos dirigentes que ni entienden ni quieren hacerlo, el sentimiento de hermandad y pasión que estos jóvenes, y no tan jovenes disfrutan.
Por ello chicos enhorabuena, por que vuestro trabajo si que es un trabajo bien hecho y esforzado.
Trompeta-sangre.