Para ello fuiste soñada.

Fuiste soñada para esto, por ello te dedico esta composición, Madre.

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Tú Madre fuíste pensada
con la cara del dolor,
cargada de eterno amor
y hacia Tu hijo elevada.

Tú Madre fuíste imaginada
sin pecado ni temor,
pensada Madre de Dios
y eternamente adorada.

Tú Madre eres fortaleza
en el terrible dolor,
elevando el clamor
de Tu profunda mirada.

Tú madre fuíste pensada
para acompañar el dolor
del pequeño de Tu amor
y de la humanidad cansada.

Tú Madre que eres divina
fuiste terrenal amor
sabiéndote del Señor
eres humilde en Tu dicha,
y generosa en la pena
que me tiene enloquecida.

Tú Madre que eres Reina
fuiste pensada por Dios,
y en las manos del tallista
Tu talle forma tomó
para convertirte así
en esta Madre de Dios
que de la Palma tomó
su hermosura y donaire.

Tú Señora que eres Madre
dejaste de acompañar
a Tu Hijo al caminar
para mostrar en Tus aires
que Sevilla sabe amar
a la Reina celestial
que de san Pedro es la clave,
a la Madre del Señor,
Madre de Dios de mis salves.

Saludos.
Trompeta-sangre.