Comenzó la cuenta atrás. De cien días a noventa y nueve, y así sucesivamente hasta que nos encontremos con la primera cruz de guía en la mañana del Domingo de Ramos acercándose al centro de la ciudad trayendo aires del Porvenir. Veremos también cómo Jesús baja la rampa del Salvador rodeado de niños y palmas y cómo es recibido por las sonrisas inocentes de los más jóvenes. Y desde ese mismo templo lo veremos más tarde crucificado entregándonos su Amor sobre un monte de claveles rojos y rodeado de miradas que encuentran en él la salvación. Ya falta poco para escuchar los sones que llegan del otro lado del río, para que el incienso tome las calles y el azahar sirva de marco inconfundible a los lirios morados que lloran la muerte de Cristo. Sólo es cuestión de esperar…porque todo llega.
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