Compartir '¿Eclesialidad? No, gracias'

Ya he perdido la cuenta de cuántas veces me tacharon de "kofrade", de anticatólico, folclórico e incluso, por increíble que parezca, de no creyente. Y creo que ya es hora de cambiar las tornas y, en lugar de escuchar, que se me escuche. Después de este blog serán muchos los comentarios que me recuerden mi blasfema "falta de eclesialidad" -algo, por cierto, muy de moda ahora- pero eso no importa…