
¡Virgen de la Esperanza! ¡Macarena!...
Y una explosión de sol y de armonía,
y un fluir generoso de alegría...
¡Y un sentir que está el alma toda llena!
¡Virgen de la Esperanza! En tu morena
cara divina el sevillano día
toma toda la luz de su poesía...
Mañana de cristal, tarde serena.
¡Ay, de no amar, de no creer, no hay modo
cuando tu imagen célica aparece
mecida entre el incienso, en lontananza!
¡Ay, mi Sevilla, que lo tiene todo,
cuando el Señor del Gran Poder le ofrece
la Fe y la Caridad... Tú, la Esperanza!
¡Ay, Señor, con tu Cruz pesada y dura¡
¡Ay Señor con tus hombros lacerados¡
¡Cómo brota, Señor, lirios morados,
La transparencia de tu carne pura¡
¡Como son, amapolas de tu amargura,
la huella de tus pies ensangrentados¡
¡Como tu dulce amor, nuestros pecados
trueca, Señor, en tus flores de tortura¡
¡Y aún nuestro ingrato corazón, se cierra
cuando el tuyo nos brinda su consuelo
con los goces dulcísimos que encierra¡...
¡Y, como sordos a tan dulce anhelo
cerramos nuestras puertas en la Tierra
al que ha venido a abrirnos las del cielo¡

Dios pone en su documento:
"Soy natural de Sevilla,
vecino de San Lorenzo".
Su carné de identidad
es una color antigua
que le han gastao de rezar,
y un andar que es como humano
de este Señor sevillano
con su túnica morá...
Que va cargando la suerte,
echando la Zancá alante,
el Vencedor de la Muerte.
Pues dice el mismo papel:
"Mi oficio es salvar al mundo
y mi nombre, Gran Poder".

Bendita en calle Pureza
eternamente lo seas,
pues Triana se recrea,
en tu morena belleza.
El puente te lo empavesan
salves de marinería,
y hasta el río detenías
con tu gitana color.
Y Esperanza te decían,
Patrocinio, Estrella y O,
y Salud... ¡Trianerías
para la Madre de Dios!
Que en el Arco del Postigo,
en donde estaba la plaza,
Sevilla es ya trianera
y Arfe es la calle Larga,
y Altozano el Arenal
cuando en la abierta mañana
anuncia una cruz de guía
con bocinas plateadas
y faroles marineros:
"¡Ahí viene ya la Esperanza!".

Bajando del Alfolí,
un Caballo abriendo plaza
y un Señor que cae en la tierra,
en la tierra sevillana,
para que Sevilla vea
que Triana lo levanta.
Las Tres Caídas de Cristo
en cuatro zancos la alzan.
Almirantazgo en cornetas,
gorras y guerreras blancas
con los tambores que rufan
y al mundo entero proclaman
que las calles del Postigo
se han hecho Arrabal y Guarda.

El río, el cielo, el barrio, ¡todo es Ella!,
alabastro de Gracia reluciente,
Madre Divina, Virgen de la Estrella...
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anda, anda ke me tienes contento miarmaaaa, desde luego ke vamossss, ya veo ke cumples tus promesas de ke nunca olvidas a los amigos pixa jeje
enhorabuena por ser los destacados,hacia tiempo que no te veo.
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